La confianza es para las personas, no para WhatsApp
WhatsApp ya es prácticamente otro miembro de la familia, el amigo que nunca falta a las reuniones, el espía que se sabe de memoria a qué hora se conectó por última vez la persona que tenemos «en acecho»… Esta aplicación les es muy útil a aquellos que controlan en minutos y segundos lo que hacen los demás, pero no tanto para quienes toman esta herramienta simplemente como un modo más de comunicación.
En conclusión, WhatsApp puede ser motivo de presión o un icono más en la pantalla del móvil, que nos sirve para dar un último saludo del día, para desear un buen viaje o para mantener una larga conversación llena de emoticonos y letras que no son más que una pequeña expresión de lo que queremos decir. Y destaco «pequeña expresión», porque este medio de comunicación nunca llegará a igualar a lo que la voz humana puede transmitir, a lo que una mirada nos puede decir y, como se muestra en el vídeo, dos «ticks» seguidos no significan nada, pues hablamos con personas y en personas confiamos…
JEJEJEJE, muchas gracias. Excelente!! da miedo lo real que es esta reflexión
Qué gran reflexión!! Y el video además de cierto lo encuentro divertido. Muchas gracias Nicole.