El objetivo de la educación debe ser…….
Prensky nos contó que el objetivo de la educación no debe ser, ¡oh, herejía!, aprender. Para él, eudar a los alumnos a convertirse en quienes quieren ser (y, en contra de lo que lo tópicos nos dicen, niños y jóvenes suelen querer convertirse en buenas personas, en gente capaz, en alguien valioso… curioso, ¿verdad?). Igualmente recalcó que la educación debe basarse en la realización personal, en la ejecución de proyectos reales que interesen de verdad a los alumnos. Nos habló incluso de un currículo de logros en oposición al currículo tradicional. En definitiva: menos contenidos, más humanidad.
“Hay que cambiar las asignaturas antiguas por pensamiento, acción y relaciones efectivas para que así los alumnos consigan logros en el mundo real. Necesitamos conocer la pasión de cada uno de nuestros alumnos individualmente, su interés más fuerte, y actuar en consecuencia porque es el mejor motivador”.
Por eso los profes deberíamos dejar, de una vez, de creernos únicamente transmisores de conocimiento y reconvertirnos en asesores, acompañantes, coaches, aceleradores de capacidades y competencias, escuchadores… Los docentes, o nos hacemos conocedores de las pasiones de los alumnos o no seremos los maestros que nuestros alumnos necesitan.
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Marc Prensky