La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2016 Año Internacional de los Camélidos. Para celebrarlo, te invito a resolver el siguiente reto que te va a sorprender:
Hacía unas horas que viajábamos, yo iba sobre mi camello y mi amigo Beremís andando, cuando nos ocurrió una aventura digna de ser referida, en la cual mi compañero puso en práctica, con gran talento, sus habilidades matemáticas.
Encontramos, cerca de una antigua posada medio abandonada, tres hombres que discutían acaloradamente al lado de un lote de camellos.
Furiosos se gritaban improperios y deseaban plagas:
– ¡No puede ser!
– ¡Esto es un robo!
– ¡No acepto!
Mi amigo Beremís trató de informarse de que se trataba.
– Somos hermanos –dijo el más viejo- y recibimos, como herencia, esos 35 camellos. Según la expresa voluntad de nuestro padre, debo yo recibir la mitad, mi hermano Hamed Namir una tercera parte, y Harim, el más joven, una novena parte.
No sabemos sin embargo, como dividir de esa manera 35 camellos, y a cada división que uno propone protestan los otros dos, pues la mitad de 35 es 17 y medio ¿Cómo hallar la tercera parte y la novena parte de 35, si tampoco son exactas las divisiones?
– Es muy simple –respondió Beremís-. Me encargaré de hacer con justicia esa división y que todos salgamos satisfechos con la misma.