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Flipear supone transformar el aula en un espacio de aprendizaje activo

 

Me llamo Iñaki Fernández, soy profesor de Biología en Secundaria y responsable de Innovación Tecnológica del Aprendizaje (ITA) en el Colegio Real Monasterio de Santa Isabel (Barcelona). Profesor del postgrado de Tecnologías Educativas de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) y colaborador del curso Experto Universitario en Flipped Classroom, de la UNIR. Formador de docentes en el modelo Flipped Classroom. Formo parte del Consejo editorial de theflippedclassroom.es. Entusiasta impulsor del aprendizaje activo y cooperativo del alumno a través de situaciones que reflejen la realidad.


Aterricé en el enfoque Flipped Classroom casi por casualidad. Acababa de conocer a Raúl Santiago en un curso de formación, con el que intercambié inquietudes y al que le pedí consejo sobre nuevas metodologías. Había visto en internet algo de flipped, pero me pareció un tanto extraño eso de voltear la clase. Con todo, poco a poco, y tras hablarlo con Raúl y con mi coordinadora de estudios, decidí adentrarme en este modelo. Para entonces, había leído también cosas muy clarificadoras en el blog de Javier Tourón sobre la clase invertida. Me gustaba la idea de que los alumnos estuvieran conmigo en el aula cuando tenían que hacer ejercicios, problemas… y que, bajo su responsabilidad, trabajaran en casa los conceptos previamente.

Flipped Classroom me parece un modelo muy acertado si se trata de buscar un aprendizaje activo y centrado en el alumno; un enfoque pedagógico en el que el alumno debe ser el verdadero responsable, porque es él el que debe aprender. Flipped permite trabajar aspectos que en la enseñanza tradicional se dejan de lado, habilidades que les permitirán adentrarse en el mundo laboral con mejores garantías de éxito que ahora. La parte negativa es que el cambio de mentalidad que deben dar el profesor y el alumno es enorme. Todos los cambios resultan difíciles, y el de flipped no es una excepción. Al principio, como profesor piensas en los vídeos; luego, te das cuenta que la clave es el tiempo de aula. Para mí, flipear supone transformar el aula en un espacio de aprendizaje activo.

Internet

Actualmente, el uso de internet es clave en educación, que parece que empieza a moverse al ritmo que se mueve la sociedad. A mí me ha resultado muy útil, no solo para preparar temas o para que mis alumnos busquen información, sino también para compartir materiales con ellos y que trabajen colaborativamente en la nube.

Mis lecciones de Biología las tengo en un canal de Youtube, que comparto con mis alumnos, pero que también es público, por si otros estudiantes quieren utilizarlo. Creo que es una manera estupenda de explicar contenidos, pues el vídeo engancha mucho a los jóvenes.

Además de estos medios online, tengo un grupo cerrado de Telegram con mi grupo de alumnos. Nos sirve para comunicarnos en horario no escolar, de modo que puedo pasarles información, darles algún aviso o ellos pueden hacer consultas, que responden ellos mismos o yo. Obviamente, esta opción es muy personal, y entiendo que no todo el mundo estará dispuesto a utilizarla.

Twitter, la red

Además, tengo cuenta en Twitter, pero esta la utilizo para contactar con otros docentes. Sin duda, Twitter ha sido una de mis mejores elecciones, pues en esta red he encontrado muchas respuestas a mis inquietudes profesionales y he podido conocer a muchos docentes con los que ahora tengo el honor de compartir metodologías, materiales, preguntas y respuestas.

Como he comentado, creo que las nuevas tecnologías se están perfundiendo en la educación de forma constante y sin vuelta atrás. Es una gran noticia, porque me resultaba incomprensible que la docencia diera la espalda a la marcha tecnológica de la sociedad.

Perusall, una aplicación genial

Gracias a la tecnología y a internet he descubierto una aplicación fantástica llamada Perusall. Yo la uso desde el año pasado (he contribuido a su traducción a español). Diseñada por el profesor Eric Mazur (Harvard), permite colocar PDFs online para que los alumnos comenten y/o hagan preguntas. Cuanto más profunda sea su anotación, mejor calificación obtendrán. Esta app potencia el desarrollo la asertividad, la expresión escrita, la búsqueda de información, la responsabilidad de cumplir con una fecha de cierre, conocer los conceptos…

Y todo esto y mucho más gracias a ese paraguas llamado Flipped Classroom que permite trabajar distintas metodologías y dedicar prácticamente todo el tiempo de aula al trabajo activo por parte de los alumnos. Un trabajo que les va a acercar a la vida profesional, de modo que llegarán a ese futuro mucho mejor preparados.

Iñaki Fernández

Prof. de Biología

Colegio Real Monasterio de Santa Isabel

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