El relato de una superviviente del atentado de París, Isobel Bowdery
Isobel Bowdery es una joven que asistió ayer al concierto de Eagles of Death Metal en el Bataclan, donde tuvo lugar uno de los múltiples atentados terroristas que impactaron a todo el pueblo parisino durante esta pasada noche del 13 al 14 de noviembre.
Es noticia porque en su cuenta de Facebook ha compartido un relato de cómo consiguió sobrevivir que es realmente impactante. Acompaña el artículo con una foto de cómo acabó su camiseta tras esta aterradora noche.
El artículo está en inglés, así que lo he traducido al Español y he incluido las dos versiones (la traducida y la original).
Español:
Nunca piensas que te pasará a ti. Era solo una noche de viernes en un concierto de rock. El ambiente era muy feliz y todo el mundo estaba bailando y sonriendo. Fue entonces cuando los hombres entraron por la entrada frontal y empezaron el tiroteo, ingenuamente creímos que era parte del espectáculo. No fue solo un ataque terrorista, fue una masacre. Dispararon a docenas de personas delante de mí. Charcos de sangre llenaron el suelo. Llantos de personas completamente adultas, que sujetaban los cuerpos sin vida de sus novias rompían la pequeña sala de música. Futuros destrozados, familias rotas. Todo en un instante. Impactada y sola, simulé estar muerta durante más de una hora, tumbada entre gente que podía ver a sus seres queridos sin poder moverse… Aguantando la respiración, intentando no moverme, no llorar – intentando no darle a esos hombres el miedo que tanto ansiaban ver. Tuve muchísima suerte de poder sobrevivir. Pero muchos no. La gente que estaba ahí, por la misma razón que yo – para pasar una noche de viernes divertida – eran inocentes. Este mundo es cruel. Actos como este buscan resaltar la depravación de la humanidad y las imágenes de esos hombres dando vueltas a nuestro alrededor como buitres me acechará durante el resto de mi vida. La forma en la que meticulosamente apuntaban a la gente muerta cerca del área en el que yo estaba, sin ninguna consideración. No parecía real. Esperaba en cualquier momento que alguien dijera que eso era solo una pesadilla. Pero ser una superviviente de este horror me permite arrojar luz y dar a conocer a los héroes. A ese hombre que me aseguró y puso su vida en peligro para intentar cubrirme mientras lloraba, para la pareja cuyas últimas palabras de amor me mantuvieron creyendo que había algo bueno en el mundo, a la policía, que consiguió rescatar a cientos de personas, a ese completo desconocido, que me recogió de la carretera y me consoló durante 45 minutos mientras creía que el chico al que amaba estaba muerto, al hombre herido al que confundí con mi novio y al reconocer que no era él, me agarró y me dijo que todo iba a estar bien, sin importarle lo solo y asustado que estaba él de por sí, a la mujer que abrió sus puertas a los supervivientes, al amigo que me ofreció refugio y salió a buscarme ropa para que no tuviera que llevar esta camiseta manchada con sangre, a todos vosotros que habéis mandado mensajes cariñosos de apoyo – me hacéis creer que este mundo todavía tiene potencial para ser mejor. Para que nunca dejemos que esto vuelva a pasar. Pero la mayoría de esto es a las 80 personas que fueron asesinadas dentro del recinto, que no tuvieron tanta suerte, que no consiguieron despertarse hoy, y a todo el dolor que están pasando sus familias y amigos. Lo siento muchísimo. No hay nada que arreglará el dolor. Me siento privilegiada de haber estado ahí para sus últimas bocanadas de aire. Y en ese momento pensaba que me uniría a ellos. Prometo que sus últimos pensamientos no fueron acerca de los animales que causaron todo esto. Estaba pensando en la gente que amaban. Mientras estaba tumbada en la sangre de desconocidos, esperando a mi bala, que terminara mis efímeros 22 años, vi cada cara de aquellas personas que había amado y susurré “te quiero”. Una y otra vez. Dándole especial importancia a los momentos especiales de mi vida. Esperando que aquellos a los que quiero supieran cuánto los amo, deseando que supieran que no importaba lo que me pasara a mí, que debían seguir creyendo en el bien de la gente. Que no dejáramos a esos hombres ganar. Esta última noche, las vidas de muchos han cambiado para siempre, y depende de nosotros hacer algo y ser mejores personas. Vivir las vidas que las víctimas inocentes de esta tragedia soñaron, pero que tristemente nunca podrán cumplir. DEP ángeles. Nunca serán olvidados.
Original:
you never think it will happen to you. It was just a friday night at a rock show. the atmosphere was so happy and everyone was dancing and smiling. and then when the men came through the front entrance and began the shooting, we naiively believed it was all part of the show. It wasn’t just a terrorist attack, it was a massacre. Dozens of people were shot right infront of me. Pools of blood filled the floor. Cries of grown men who held their girlfriends dead bodies pierced the small music venue. Futures demolished, families heartbroken. in an instant. Shocked and alone, I pretended to be dead for over an hour, lying among people who could see their loved ones motionless.. Holding my breath, trying to not move, not cry – not giving those men the fear they longed to see. I was incredibly lucky to survive. But so many didn’t. The people who had been there for the exact same reasons as I – to have a fun friday night were innocent. This world is cruel. And acts like this are suppose to highlight the depravity of humans and the images of those men circuling us like vultures will haunt me for the rest of my life. The way they meticoulsy aimed at shot people around the standing area i was in the centre of without any consideration for human life. It didn’t feel real. i expected any moment for someone to say it was just a nightmare. But being a survivor of this horror lets me able to shed light on the heroes. To the man who reassured me and put his life on line to try and cover my brain whilst i whimpered, to the couple whose last words of love kept me believing the good in the world, to the police who succeded in rescuing hundreds of people, to the complete strangers who picked me up from the road and consoled me during the 45 minutes I truly believed the boy i loved was dead, to the injured man who i had mistaken for him and then on my recognition that he was not Amaury, held me and told me everything was going to be fine despite being all alone and scared himself, to the woman who opened her doors to the survivors, to the friend who offered me shelter and went out to buy new clothes so i wouldnt have to wear this blood stained top, to all of you who have sent caring messages of support – you make me believe this world has the potential to be better. to never let this happen again. but most of this is to the 80 people who were murdered inside that venue, who weren’t as lucky, who didnt get to wake up today and to all the pain that their friends and families are going through. I am so sorry. There’s nothing that will fix the pain. I feel priviledged to be there for their last breaths. And truly beliving that I would join them, I promise that their last thoughts were not on the animals who caused all this. It was thinking of the people they loved. As i lay down in the blood of strangers and waiting for my bullet to end my mere 22 years, I envisioned every face that I have ever loved and whispered I love you. over and over again. reflecting on the highlights of my life. Wishing that those i love knew just how much, wishing that they knew that no matter what happened to me, to keep belieivng in the good in people. to not let those men win. Last night, the lives of many were forever changed and it is up to us to be better people. to live lives that the innocent victims of this tragedy dreamt about but sadly will now never be able to fulfil. RIP angels. You will never be forgotten.