Para celebrar que el 2016 es el año de la misericordia, te invito a resolver el siguiente reto:
Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores que, después de despojarle y darle una paliza, se fueron, dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión. Acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y le montó luego sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciendo: `Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.’ ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.» Lucas 10,27-37
Lo que no cuenta las Sagradas Escrituras es el acuerdo al que llegaron el posadero, Salim, y el samaritano, Khaled:
Khaled le explicó que era joyero y que venía desde Siria a vender joyas en Jerusalén, prometiéndole pagar por el hospedaje veinte denarios si vendía las joyas por 100 denarios, pagando 35 si las vendía por 200. A Salim le pareció bien y se despidieron.
Al cabo de varios días de ir y venir de aquí para allá, vendió todo en 140 denarios y vuelve a la posada a pagar al posadero por el judío que está cuidando. Al pagar por el hospedaje, Khaled insiste en pagar apenas 24 denarios y medio mediante el siguiente planteamiento
Pero por los cálculos de Salim son 28 según el siguiente cálculo:
¿sabrías deducir cuánto le tiene que pagar en justicia el samaritano al posadero?
